¿Por qué se comen palomitas en el cine? Historia de las palomitas

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Cuando vemos una película en casa o por supuesto, en el cine nunca puede faltar la ración de palomitas de maíz. Éstas han pasado a formar parte de la rutina previa a la entrada al cine. Incluso existen personas que se atreven a asegurar que “sin palomitas no hay película”.  

La costumbre de consumirlas en medio de una función cinematográfica ha estado con nosotros desde tiempos remotos, pero ¿Cuál es el origen de esta costumbre? Para saber la respuesta, no dejes de leer el siguiente artículo.

¿Por qué se come palomitas en el cine?

En la década de 1920, solo las familias pudientes eran quienes asistían al cine para disfrutar de un largometraje. Vale mencionar que estos guardaban ciertas similitudes con los teatros, donde se destacaban las butacas cómodas, lámparas costosas, alfombras y por supuesto, un silencio acogedor.

Siete años después, se introdujo el sonido en las películas, este acontecimiento potenció el disfrute de los filmes, ya que no era necesario leer los subtítulos para entender la historia.

En ese tiempo, no se encontraba permitido el hecho de entrar a la sala con comidas o bebidas, ya que podía dañarse la infraestructura de la sala. Pero la comida se iba haciendo más y más necesaria, pues los espectadores notaban que antes de terminar la función ya tenían hambre. Es por esta razón que a las afueras del cine comenzaron a colocarse establecimientos que vendían diferentes raciones de palomitas de maíz, inicialmente, estas tenían un costo de cinco a diez céntimos.  

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Según la revista Smithsonian, esta tradición existe desde la segunda guerra mundial, ya que en ese tiempo había escasez de azúcar y demás golosinas, lo único abundante era el maíz, por lo que resultaba viable la venta de palomitas. Después de tal acontecimiento, el mayor consumo de palomitas se realizaba los cines de Estados Unidos, esta acción provocó el aumento de sus ventas en más del 80%. Posteriormente, esta tradición también se extendió a Europa.    

Debido a la crisis económica de 1938, los comerciantes vieron en la venta de palomitas de maíz una oportunidad para aumentar las ganancias.

¿Qué pasaba con los que no iban al cine?

Para la década de 1.950 y 1.960 llegó la televisión, un fenómeno que provocó una merma en el contenido cinematográfico y, por ende, en el consumo de las palomitas. Sin embargo, este último aspecto cambió con la llegada del microondas; por medio de este electrodoméstico las personas comenzaron a hacer las palomitas para disfrutar de una tarde de películas desde la comodidad de su casa.

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¿Se pueden comer otros snacks?

En caso de faltar las palomitas de maíz al momento de disfrutar de una película, estas podrán sustituirse por algún alimento salado, como por ejemplo las patatas, tostones, entre otros. Los amantes del dulce siempre preferirán esta opción, pero no suele ser el común denominador.

La tradición de comer palomitas de maíz para disfrutar de una película forma parte de la esencia del ser humano, y así se mantendrá con el paso de los años.

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